El arte de la interpretación simultánea se utiliza durante reuniones de las Naciones Unidas, discursos presidenciales y grandes conferencias internacionales. Es el proceso en el que un intérprete interpreta lo que dice un presentador al mismo tiempo que habla para que los oyentes reciban la interpretación sin demora. Si el intérprete hace una pausa, generalmente no está a más de un par de palabras detrás del orador, y lo hace para darle tiempo al intérprete para procesar el discurso y brindar la interpretación.
La interpretación simultánea es exigente. Es sin duda una de las habilidades lingüísticas más difíciles de aprender. El hecho de que alguien hable dos idiomas con fluidez no significa que esa persona sea capaz de reproducir los matices correctamente en un entorno tan acelerado. La interpretación simultánea no da tiempo para buscar en un diccionario expresiones desconocidas y no da la oportunidad de considerar cuál es la mejor manera de reinterpretar palabras o frases desconocidas. Por lo tanto, el intérprete debe tener confianza para pensar y hablar sobre la marcha. Ser capaz de improvisar rápidamente es una habilidad esencial. También es extremadamente importante que el intérprete se sienta completamente cómodo viviendo y trabajando en ambas culturas y que sea capaz de transmitir los matices de cada una de ellas en palabra, tono y expresión. En otras palabras, no les basta con simplemente reformular un equivalente en una lengua extranjera; debe asumir el papel de un actor capaz de transmitir perfectamente las palabras del orador. Dado que el lenguaje corporal difiere entre culturas, el intérprete también debe sentirse cómodo al transmitir gestos físicos e interpretar estos gestos para comunicar el mismo significado a su audiencia.
Al tratarse de una profesión tan exigente mentalmente, las largas reuniones y el material técnico cansan a un solo intérprete y perjudican la calidad de la interpretación. Es importante recordar que en reuniones y conferencias internacionales, los intérpretes son la voz de quien habla. Para una audiencia que no entiende el idioma del orador, consideran que cada palabra que pronuncia el intérprete es verdadera y precisa. Si la calidad disminuye a medida que el intérprete se cansa, es posible que los oyentes no reciban el impacto total de las palabras del orador original. Por esta razón, es una práctica común en la industria contratar dos intérpretes para tareas de interpretación simultánea. Al desconectarse cada 15 a 30 minutos, los intérpretes pueden mantenerse actualizados y evitar costosas interpretaciones erróneas.
La interpretación simultánea puede resultar difícil, pero no imposible. Para las personas con las habilidades lingüísticas y los antecedentes culturales adecuados, la interpretación simultánea puede resultar gratificante tanto a nivel personal como económico. El intérprete está expuesto a una gran variedad de situaciones, personas y materiales, y tiene la oportunidad de ayudar a cerrar brechas en la comunicación y difundir ideas.
¿Trabajas actualmente como intérprete simultánea? ¿Qué consejo le darías a un recién llegado a la profesión?